NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN

Alimentos y nutrientes

Consumimos alimentos con la convicción de que los necesitamos, ya sea porque tenemos hambre o simplemente porque creemos que consumir cierto alimento solamente nos puede beneficiar. Pero rara vez sabemos de qué está compuesto ese alimento, o mejor dicho, qué nutrientes puede llegar a tener.
Los alimentos tienen una parte de agua, dependiendo de que alimento se trate tendrá un mayor porcentaje o menor. Por ejemplo, las frutas tienen un elevado porcentaje de agua, algunas sobrepasan el 90 % como el caso de la sandía; sin embargo, las legumbres y las semillas tienen un porcentaje en agua muy bajo, sobre el 7 %. Bueno ¿Alguien dirá que el tamaño no es el mismo? Cierto, pero estamos hablando de porcentajes. Y además, una persona se puede comer tranquilamente 1 Kg de sandía, pero con 200 g ó 300 g de legumbres o frutos secos se encuentra empachado ¿por qué? Por la cantidad de nutrientes que recibe. Mientras que con la gran cantidad de nutrientes que se ingieren en el supuesto de las legumbres o los frutos secos se necesitaría una digestión más lenta porque contienen glúcidos, proteínas, lípidos, etc; en el supuesto de la sandía la mayoría de nutrientes son minerales y vitaminas que son de absorción rápida o directa. Esto es importante conocerlo, sobretodo para saber las calorías que estamos consumiendo, solo de esta forma podremos hacer frente al sobrepeso. No se trata de no comer, sino de conocer lo que se come.
En el caso de la sandía, si nos comemos 1 kg se nos pasará el hambre, pero por poco tiempo. El truco está en saber combinar las legumbres con la sandía. Es lo más inteligente.

Los nutrientes se pueden clasificar en dos grandes grupos:

1. Los macronutrientes. Los glúcidos, las proteínas, los lípidos y los minerales que se tienen que consumir diariamente, son los que componen el grupo.
2. Los micronutrientes. El resto de minerales y las vitaminas.

Las proteínas son moléculas complejas y compuestas por varios aminoácidos, por este motivo es necesaría la digestión. Con los lípidos sucede algo parecido, están compuestos de colesterol, los ácidos grasos (saturados e insaturados), glicerol y los monoacilgliceroles, por lo tanto, se necesita hacer la digestión. Pero el caso de los glúcidos es diferente, porque tenemos los glúcidos simples y los compuestos. Con los glúcidos simples la absorción es directa, a traves del intestino delgado. Pero en el caso de los glúcidos compuestos pueden estar compuestos de glucosa, galactosa, xilosa, fructosa, etc, y por lo tanto, es necesaria la digestión. La digestión se realiza para descomponer los compuestos y que el organismo pueda absorber los nutrientes, digamos, en su nivel más simple. Ahora bien, la digestión no comienza en el estómago como algunos creen, ni tampoco en el intestino delgado como creen otros, la digestión comienza en la boca. Al masticar los alimentos, lo que estamos haciendo realmente es triturarlos y facilitar la digestión. No tenemos los dientes para blanquearlos en el dentista, sino para alimentarnos y asegurarnos de que absorbemos mejor los nutrientes que vienen con los alimentos.

Hemos realizado una primera clasificación de los nutrientes. Pero se puede realizar otra clase de clasificación, por la función que desempeñan los nutrientes en nuestro organismo.
Ahora bien, en esta nueva clasificación nos daremos cuenta que cada uno de los nutrientes puede desarrollar varias funciones y no encasillarse en una sola.
Los glúcidos son básicamente energéticos, pero cuando los consumimos en exceso se pueden convertir en grasas. Los lípidos desarrollan las funciones de estructuración y de energéticos. Las proteínas básicamente son estructurales, pero el organismo los puede convertir en lípidos si los ingerimos en exceso. Los minerales y las vitaminas no sufren el proceso de digestión, sino que son absorbidos por el intestino delgado, como ya hemos mencionado, lo cual significa, que en la mayoría de las veces viajarán por la sangre hasta que sean adoptados por las células y los huesos, dependiendo del tipo de mineral y de vitamina. En el caso de las vitaminas, las células las necesitan para realizar las funciones químicas que realizan.
En definitiva, esta nueva clasificación no es la más correcta, pero es la que más circula en los folletos de propaganda, enseñanza, etc, por este motivo, la he incluído aquí de una manera muy ligera.