NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN

Las dietas

Existen muchos tipos de dietas, la mayoría de ellas son sensacionalistas o, también llamadas dietas milagro. Hay que tener claro algo que es fundamental, todo cambio de dieta es una agresión al organismo. La razón es simple de entender, el organismo es una máquina bioquímica adaptable, esto quiere decir, que cada vez que cambiamos de dieta o de hábitos alimenticios estamos obligando al organismo a reorganizarse químicamente y a adaptarse, por tanto, estamos infligiendo una agresión en toda regla. Como todo conflicto hay unos límites, sobrepasar estos límites puede llevar al colapso total y, por tanto, a la muerte. Las dietas las tienen que prescribir los que saben de ellas, que no son otros que los médicos y los nutricionistas, de otra manera se correrán riesgos totalmente innecesarios.
Afortunadamente, el organismo dispone de medios para despertar nuestra consciencia, el problema reside en que seamos capaces de interpretar esas señales de alarma. Cuando el organismo recibe prolongadamente una dieta inadecuada, se manifiesta (protesta) en forma de hambre, naúseas, jaquecas, frio, fiebre, cambios hormonales, cambios menstruales, etc. Somos una máquina biológica (con emociones y sentimientos), casi perfecta, y la capacidad e inteligencia natural de esta máquina debemos tenerla en cuenta y no sobrepasar sus límites.
Mucho se ha escrito sobre los riesgos de tener sobrepeso y de padecer obesidad, pero menos se escribe o habla de los riesgos que conlleva hacer una dieta o cambiar los hábitos alimenticios. Aunque, mejor sería decir, que se oye más de los riesgos de la obesidad, quizá porque los charlatanes y los que venden dietas milagrosas se hacen oír más.
Es cierto que la obesidad y el sobrepeso tiene sus peligros y, que deberíamos hacer un esfuerzo por evitarlos. Pero no hay que evitar unos peligros para caer en otros. Lo que queremos decir, es que la necesidad de perder peso nos lo tenemos que tomar con calma, sin ansiedades, como un juego divertido y, sobretodo, aprender a tener hábitos saludables y a disfrutar de la comida.
Hoy en día, los nutricionistas serios, acostumbran más a enseñarnos a tener hábitos alimenticios sanos que ha prometernos rebajar peso de forma rápida. Nos enseñan unos hábitos alimenticios que han sido constratados con la realidad y dentro de la ciencia. Porque de lo que se trata realmente, es de tener salud y felicidad, esto hay que aprender a tenerlo y generarlo.
Se venden dietas, por citar un ejemplo, que eliminan los hidratos de carbono de los nutrientes ingeridos. Esto es lo peor que se puede hacer, eliminar un nutriente. Todos los órganos del organismo humano necesitan los glúcidos, si estos glúcidos son eliminados de la dieta, los órganos consumirín la energía de sus propios tejidos y, lo que es más grave, si el cerebro necesita glucosa, los órganos perderán eficacia y funciones vitales para poder alimentar al cerebro. El organismo entrará en riesgo de colapso de sus sistemas vitales.
Otro problema a lo que nos tenemos que enfrentar cuando la dieta es pobre o inadecuada son los ocasionados en la psique. Si se ingiere poco alimento, aumenta la ansiedad, la irritabilidad, las jaquecas, los mareos, el mal humor, por no hablar de la anorexia y la bulimia.
Además, hay que vigilar que las dietas no disminuyan la aportación de calcio, porque de otra manera, disminuye la densidad ósea y podremos tener problemas de osteoporosis en el futuro.
Y, si fuera poco, el realizar ciertas dietas, aumenta considerablemente los riesgos de tener enfremedades cardiovasculares.
Las personas que realizan las dietas milagro disminuyen su esperanza de vida y su calidad de vida, es un hecho que esta sobradamente constrastado científicamente por numerosos estudios.
Las dietas milagro prometen pérdidas de peso y no mienten en esto, pero lo que no explican es que la p6eacute;rdida de peso no esta relacionada con la grasa corporal, sino que esta relacionada con el agua retenida, el glcógeno del hígado y el muscular y, por la pérdida de proteína en los tejidos y los músculos.
En cambio, si en lugar de ir con prisas y utilizar dietas milagro, vamos despacio, hacemos ejercicio físico y aprendemos a comer bien, conseguiremos quitarnos el sobrepeso, la obesidad y, sobretodo, ganaremos en felicidad, autoestima y en calidad de vida. Esta es la diferencia entre los charlatanes y los profesionales de la nutrición, es la diferencia de lo que nos resulta más cómodo y lo que requiere un pequeño esfuerzo por nuestra parte.
Así, si estamos decididos en mejorar nuestra vida, nuestra calidad de vida, nuestra imagen, tenemos que saber, sin el menor género de dudas, que solo lo conseguiremos adquiriendo nuevos y sanos hábitos de vivir. Nada de tabaco, de alcohol, una alimentación sana y un poco de ejercicio físico. El resto son equivocaciones por nuestra parte y engaños de charlatanes.