NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN

Los ácidos grasos esenciales

Existen dos ácidos grasos poliinsaturados que el organismo humano no es capaz de sintetizar y, por ello, es necesario suministrarlo con la alimentación. Éstos dos ácidos grasos esenciales pertenecen a las familias bioquímicas del Omega-6 y del Omega-3.
Los ácidos grasos esenciales son:

1. Omega-6. Ácido linoleico.

2. Omega-3. Ácido linolénico.

Con el ácido linoleico, el organismo humano, al sintetizarlo, puede obtener otros tipos de ácidos grasos. En especial, puede obtener el ácido araquidónico (precursor de las prostaglandinas). El ácido araquidónico se puede considerar esencial para el organismo humano, pero no es necesario ingerirlo con la alimentación porque el organismo lo adquiere con la síntesis del ácido linoleico, como ya hemos explicado. Pero mencionamos esto, porque para muchos nutricionistas el ácido araquidónico es considerado esencial por su funcionalidad en la salud del organismo humano, pero sin realmente serlo. El ácido araquidónico, también pertenece a la familia bioquímica del Omega-6.

Funcionalidad de los ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos poliinsaturados esenciales son muy importantes por varias razones: En primer lugar, son necesarios para la estructuración y la correcta funcionalidad de las membranas celulares. En segundo lugar, son indispensables para el crecimiento de los tejidos y los órganos internos, destacando el sistema nervioso, la piel, la retina y los tejidos viculados con la reproducción. En tercer lugar, lo que ya hemos descrito anteriormente, para conseguir mediante la síntesis otros tipos de ácidos grasos.
Existen varios tipos de sustancias prostaglandinas, la mayoría elaboradas con la colaboración del ácido araquidónico. Pero hay dos de éstas sustancias que son muy importantes o fundamentales, la sustancia llamada prostaciclina y la sustancia del tromboxano. Su importancia para el organismo humano es la se menciona a continuación:

La prostaciclina. Disminuye la coagulación de la sangre.

El tromboxano. Aumenta la coagulación de la sangre.

Son dos sustancias antagonistas, menuda locura ¿verdad? Pero la correcta alimentación y, por tanto, la ingesta de ácido linoleico garantiza un buen equilibrio entre la prostaciclina y el tromboxano.
Además, los ácidos grasos esenciales, disminuyen la concentración de triacilgliceroles y de colesterol en la sangre, lo cual es muy beneficioso porque disminuyen los riesgos de padecer patologías cardiovasculares.
Es evidente, que en los países industrializados las necesidades proteicas están ampliamente satisfechas por el gran consumo de productos cárnicos que se consumen. Pero esta circunstancia acarrea un problema significativo, y es que junto con las proteínas se ingieren ácidos grasos saturados. Si las raciones de productos cárnicos estuviesen racionalizadas con el sentido común y la buena información, éstos ácidos grasos saturados no nos harín daño. Pero lo más común es que las ingestas semanales sean demasiado elevadas. Así, que lo más racional o inteligente, sería disminuir la ingesta de productos cárnicos y, de esta forma, disminuirían los ácidos grasos saturados en la ingesta. Y, asimismo, sustituir una buena parte de éstos ácidos grasos saturados por la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados. Resumiendo, comer más pescado y menos carnes. Los productos de la fauna marina, los pescados azules, son muy ricos en ácidos grasos poliinsaturados y, además, son los más eficaces porque las cadenas bioquímicas que forman estos ácidos grasos poliinsaturados son de mayor tamaño que las cadenas que pueden forman los vegetales, lo cual, la sintetización órganico de éstos ácidos grasos poliinsaturados del pescado azul (sobretodo) sea más rica en variedad y eficiente.

Tanto el ácido graso linoleico como el ácido graso linolénico se encuentran en multitud de alimentos vegetales, sobretodo en los aceites vegetales y frutos secos.
Sin embargo, el ácido graso araquidónico solamente se encuentra en los productos cárnicos. Pero esto, en principio, no es un problema, porque como ya hemos explicado, el ácido araquidónico se sintetiza a partir del ácido linoleico. Únicamente las personas de avanzada edad, puede ser que no sean capaces de sintetizar el suficiente ácido araquidónico.
En líneas generales, en todas las edades, pero en especial en los niños, la carencia de ácidos grasos esenciales provoca transtornos metabólicos.
En el caso de los adultos, es aconsejable una ingesta diaria de entre 15 y 25 gr. Exceptuando en la mujer embarazada o que este dando el pecho a un recién nacido, en cuyo caso la ingesta debe ser mayor.
En los niños también tiene que ser algo mayor.

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